Lengua 

Mensajes de Medjugorje conteniendo 'hijo'

Total found: 284
Queridos hijos: estoy en medio de vosotros porque deseo ayudaros a superar las pruebas que este tiempo de purificación pone delante de vosotros. Hijos míos, una de ellas es el no perdonar y el no pedir perdón. Cada pecado ofende el amor y os aleja de Él; ¡el amor es Mi Hijo! Por eso, hijos míos, si deseáis caminar conmigo hacia la paz del amor de Dios, debéis aprender a perdonar y pedir perdón. ¡Os lo agradezco!
Queridos hijos, hoy os invito a una humilde, hijos míos, humilde devoción. Vuestros corazones deben ser rectos. Que vuestras cruces sean para vosotros, un medio en lucha contra el pecado de hoy. Que vuestra arma sea la paciencia y un amor sin límites, amor que sabe esperar y que os hará capaces de reconocer los signos de Dios, para que vuestra vida con amor humilde, muestre la verdad a todos aquellos que la buscan en las tiniebla de la mentira. Hijos míos, apóstoles míos, ayudadme a abrir los caminos que conducen a Mi Hijo. Una vez más os invito a la oración por vuestros pastores. Con ellos triunfaré. ¡Os lo agradezco!
Queridos hijos, con amor y perseverancia maternales les traigo la luz de la vida para que destruya en ustedes las tinieblas de la muerte. No me rechacen, hijos míos. Deténganse y mírense a ustedes mismos y vean cuán pecadores son. Reconozcan sus pecados y recen por el perdón. Hijos míos, ustedes no quieren aceptar que son débiles y pequeños, pero pueden ser fuertes y grandes haciendo la voluntad de Dios. Denme sus corazones purificados para que pueda iluminarlos con la luz de la vida: mi Hijo. Gracias.
Queridos hijos, hoy oro aquí con vosotros para que encontréis la fuerza de abrir vuestros corazones y, de esta manera, conocer el inmenso amor de Dios sufriente. Gracias a ese amor Suyo, bondad y dulzura, yo estoy con vosotros. Os invito para que este tiempo particular de preparación, sea tiempo de oración, penitencia y conversión. Hijos míos, vosotros necesitáis a Dios. No podéis seguir adelante sin Mi Hijo. Cuando comprendáis y aceptéis esto, se realizará lo que se os ha sido prometido. Por medio del Espíritu Santo nacerá en vuestros corazones el Reino de los Cielos. Yo os conduzco a eso. ¡Gracias!
¡Queridos hijos! Hoy, mi Hijo Jesús y yo deseamos darles abundancia de gozo y de paz para que cada uno de ustedes sea un alegre portador y testigo de la paz y de la alegría en los lugares en que viven. Hijitos, sean bendición y sean paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Queridos hijos, hoy os invito a la comunión en Jesús, mi Hijo. Mi Corazón Materno ora para que comprendáis que sois la familia de Dios. Por medio de la libertad espiritual de la voluntad, que os ha concedido el Padre Celestial, sois llamados a conocer en vosotros la verdad, el bien o el mal. Que la oración y el ayuno abran vuestros corazones y os ayuden a descubrir al Padre Celestial por medio de mi Hijo. Con el descubrimiento del Padre, vuestra vida se orientará al cumplimiento de la voluntad de Dios y a la creación de la familia de Dios, tal como mi Hijo lo desea. Yo no os abandonaré en este camino. ¡Gracias!
¡Queridos hijos! La naturaleza se despierta y en los árboles se ven los primeros capullos que darán una hermosísima flor y fruto. Deseo que también ustedes, hijitos, trabajen en su conversión y que sean quienes testimonien con su propia vida, de manera que su ejemplo sea para los demás un signo y un estímulo a la conversión. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo Jesús por su conversión. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Queridos hijos, mi Corazón materno sufre inmensamente mientras observo a mis hijos que obstinadamente ponen lo que es humano por encima de lo que es Divino, a mis hijos que, no obstante todo lo que os circunda y a pesar de todos los signos que os son enviados, pensáis que podéis caminar sin Mi Hijo. ¡No podéis! Camináis hacia la perdición eterna. Por eso os reúno a vosotros que estáis dispuestos a abrirme vuestro corazón, que estáis dispuestos a ser apóstoles de mi amor, para que me ayudéis, para que viviendo el amor de Dios seáis un ejemplo para aquellos que no lo conocen. Que el ayuno y la oración os den fuerza en esto; y yo os bendigo con mi bendición materna en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Gracias!
La vidente Mirjana Dragicevic - Soldo tuvo apariciones diarias desde el 24 de junio de 1981 hasta el 25 de diciembre de 1982. El último día de la aparición, después de confiarle el décimo secreto, la Virgen le dijo que durante toda su vida tendría una aparición una vez al año - el 18 de marzo. Así ha sucedido durante todos estos años y también este año. Varios miles de peregrinos se reunieron para orar el Rosario en la Cruz Azul. La aparición comenzó a las 13:46 y duró hasta las 13:50.
¡Queridos hijos! Yo estoy con ustedes en nombre del Amor más grande, en nombre del buen Dios que se ha acercado a ustedes a través de mi Hijo, y les ha mostrado el verdadero amor. Yo deseo conducirlos por el camino de Dios. Deseo enseñarles el verdadero amor, que los demás lo vean en ustedes, que ustedes lo vean en los demás, que sean hermanos para ellos y que los otros vean en ustedes al hermano misericordioso. Hijos míos, no tengan temor de abrirme sus corazones. Yo, con amor materno, les mostraré lo que espero de cada uno de ustedes, lo que espero de mis apóstoles. Vengan conmigo. Les agradezco.
¡Queridos hijos! De manera especial hoy deseo invitarlos a la conversión. Que a partir de hoy comience una vida nueva en su corazón. Hijitos, deseo ver su “sí” y que su vida sea el vivir con alegría la voluntad de Dios en cada momento de su vida. Hoy de manera especial yo los bendigo con mi bendición maternal de paz, de amor y de unidad en mi Corazón y en el Corazón de mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Queridos hijos, con amor maternal deseo abrir el corazón de cada uno de vosotros y enseñaros la unión personal con el Padre. Para aceptar eso, debéis comprender que sois importantes para Dios y que Él os llama individualmente. Debéis comprender que vuestra oración es diálogo de un hijo con el Padre, que el amor es el camino que debéis emprender, el amor hacia Dios y hacia vuestro prójimo. Este es, hijos míos, un amor que no tiene límites, es un amor que nace en la verdad y llega hasta el final. Seguidme, hijos míos, para que también los demás, al reconocer la verdad y el amor en vosotros, os puedan seguir. ¡Gracias!
La Virgen una vez más invitó a orar por nuestros pastores. Dijo: “Ellos ocupan un lugar especial en mi Corazón, ellos representan a mi Hijo.”
Queridos hijos, Dios Padre me envía para mostraros el camino de la salvación, porque Él, hijos míos, desea salvaros y no condenaros. Por eso yo, como madre, os reúno a mi alrededor, porque con mi amor materno deseo ayudaros para que estéis libres de la suciedad del pasado y comencéis a vivir de nuevo y de manera diferente. Os llamo a que resucitéis en mi Hijo. Mediante la confesión de vuestros pecados, renunciéis a todo lo que os ha distanciado de mi Hijo y que ha hecho que vuestras vidas sean vacías e infructuosas. Decid SÍ al Padre con vuestro corazón y poneos en camino de la salvación, a la que Él os llama a través del Espíritu Santo. Gracias” Rezo especialmente por los pastores, para que Dios les ayude a estar a vuestro lado, de todo corazón.
Queridos hijos, mientras os invito a la oración por quienes no han conocido el amor de Dios, si vosotros mirarais en vuestros corazones, comprenderíais que hablo de muchos de vosotros. Con el corazón abierto, preguntaos sinceramente si deseáis al Dios viviente o deseáis apartarlo y vivir según vuestro querer. Mirad a vuestro alrededor, hijos míos, y observad hacia dónde va el mundo, que piensa hacer todo sin el Padre, y que deambula en la tiniebla de la tentación. Yo os ofrezco la luz de la Verdad y al Espíritu Santo. Estoy con vosotros según el plan de Dios: para ayudaros, a fin de que en vuestros corazones triunfe Mi Hijo, Su Cruz y Resurrección. Como Madre ansío, y oro, por vuestra unión con Mi Hijo y con Su obra. Yo estoy aquí, ¡decidíos! ¡Gracias.
Queridos hijos: a causa de vuestra unión con mi Hijo os invito a dar un paso difícil y doloroso: Os invito al reconocimiento completo y confesión de los pecados, a la purificación. Un corazón impuro no puede permanecer en mi Hijo y con mi Hijo. Un corazón impuro no puede dar fruto de amor y de unidad. Un corazón impuro no puede cumplir con las cosas rectas y correctas, no es ejemplo de la belleza del Amor de Dios frente aquellos que están alrededor suyo y que no lo han conocido. Vosotros hijos míos, reuníos en torno a mí llenos de entusiasmo, de deseos y de expectativas, sin embargo Yo oro al Buen Padre, para que por medio del Espíritu Santo de mi Hijo, ponga la fe en vuestros corazones purificados. Hijos míos, escuchadme, encaminaos conmigo.
Mirjana después de la aparición comentó: “Mientras la Virgen se marchaba, mostró la tiniebla a su lado izquierdo y a su derecho una cruz en una luz dorada”. Mirjana sostuvo además: “la Virgen quiso mostrar la diferencia entre un corazón purificado y el no purificado”
Queridos hijos: hoy os invito a renacer en la oración y a que con mi Hijo, por medio del Espíritu Santo, seáis un pueblo nuevo. Un pueblo que sabe que si pierde a Dios se pierde a sí mismo. Un pueblo que sabe que, no obstante todos los sufrimientos y pruebas, está seguro y a salvo con Dios. Os invito a que os reunáis en la familia de Dios y a que os reforcéis con el poder del Padre. Individualmente, hijos míos, no podéis detener el mal que quiere reinar en el mundo y destruirlo. Sin embargo, por medio de la voluntad de Dios, todos juntos con Mi Hijo, podéis cambiarlo todo y sanar el mundo. Os invito a orar con todo el corazón por vuestros pastores, porque Mi Hijo los ha elegido. ¡Os estoy agradecida!
Queridos hijos, con todo el corazón y con el alma llena de fe y de amor hacia el Padre Celestial, os he entregado ―y os entrego nuevamente― a Mi Hijo. Mi Hijo, a vosotros ―pueblo de todo el mundo― os ha hecho conocer al único Dios verdadero y Su amor. Os ha conducido por el camino de la verdad y os ha hecho hermanos y hermanas. Por lo tanto, hijos míos, no deambuléis inútilmente, no cerréis el corazón ante esta verdad, esperanza y amor. Todo alrededor vuestro es pasajero y todo se desmorona, sólo la gloria de Dios permanece. Por eso, renunciad a cuanto os aleja del Señor. Adoradlo sólo a Él porque Él es el único Dios verdadero. Yo estoy con vosotros y permaneceré junto a vosotros. Oro de manera especial por los pastores: para que sean dignos representantes de Mi Hijo y os conduzcan con amor por el camino de la verdad. ¡Os doy las gracias!
Queridos hijos: también hoy mi Corazón materno os invita a la oración, a vuestra relación personal con Dios Padre, a la alegría de la oración en Él. Dios Padre no está lejos de vosotros ni os es desconocido. Él se os ha manifestado por medio de mi Hijo y os ha dado la vida, que es mi Hijo. Por eso, hijos míos, no cedáis a las tentaciones que quieren separaros de Dios Padre. ¡Orad! No intentéis tener familias y sociedades sin Él. ¡Orad! Orad para que vuestros corazones sean inundados por la bondad que proviene sólo de mi Hijo, que es la verdadera bondad. Solamente los corazones llenos de bondad pueden comprender y aceptar a Dios Padre. Yo continuaré guiándoos. Os pido de manera especial que no juzguéis a vuestros pastores. Hijos míos, ¿acaso habéis olvidado que Dios Padre los ha llamado a ellos? ¡Orad! Gracias!
Comentario de Mirjana al finalizar la aparición: «nunca antes yo había dicho algo. Sin embargo, ¿sois conscientes, hermanos y hermanas, de que la Madre de Dios ha estado con nosotros? ¿Somos acaso dignos de eso? Que cada uno de nosotros se lo pregunte. Esto lo digo porque me es difícil verla sufrir, ya que cada uno de nosotros busca un milagro, y no desea hacer un milagro en sí mismo.»
¡Queridos hijos! Los miro y en sus corazones no veo alegría. Hoy yo deseo darles la alegría del Resucitado para que El los guíe y los abrace con su amor y con su ternura. Los amo y oro continuamente por su conversión ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.
Queridos hijos, el Padre no os ha dejado a merced vuestra. Su amor es inmenso, amor que me conduce a vosotros para ayudaros a conocerlo, para que todos, por medio de mi Hijo, podáis llamarlo con todo el corazón, “Padre” y para que podáis ser un pueblo en la familia de Dios. Pero, hijos míos, no olvidéis que no estáis en este mundo sólo por vosotros mismos, y que yo no os llamo aquí sólo por vosotros. Aquellos que siguen a mi Hijo, piensan en el hermano en Cristo como en ellos mismos y no conocen el egoísmo. Por eso, yo deseo que vosotros seáis la luz de mi Hijo, que iluminéis el camino a todos aquellos que no han conocido al Padre ―a todos aquellos que deambulan en la tiniebla del pecado, de la desesperación, del dolor y de la soledad―, y que con vuestra vida les mostréis a ellos el amor de Dios. ¡Yo estoy con vosotros! Si abrís vuestros corazones os guiaré. Os invito de nuevo: ¡orad por vuestros pastores! ¡Os lo agradezco!
¡Queridos hijos! Hoy deseo darles esperanza y alegría. Todo lo que está en torno a ustedes, hijitos, los conduce hacia las cosas terrenales. Sin embargo, yo deseo conducirlos hacia el tiempo de gracia, para que durante ese tiempo estén lo más cerca de mi Hijo, a fin de que El los pueda guiar hacia Su amor y hacia la vida eterna que todo corazón anhela. Ustedes hijitos oren, y que este tiempo sea para ustedes tiempo de gracia para vuestra alma. Gracias por haber respondido a mi llamado.
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

 


Wap Home | Actualizaciónes  | Medjugorje  | Mensajes  | Artículos y Noticias  | Videos[EN]  | Galería[EN]

Powered by www.medjugorje.ws