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Mensajes de Medjugorje conteniendo 'lo'

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¡Queridos hijos! Hoy quisiera envolverlos con mi manto y guiarlos por el camino de la santidad. Yo los amo y por eso deseo que ustedes sean santos. No quiero que Satanás los obstaculice en este camino. Queridos hijos, oren y acepten todo lo que Dios les presenta en este camino, que es doloroso. Pero a quien comience a recorrerlo, Dios le revelará toda la dulzura de modo que pueda responder a cada llamado Suyo. No den importancia a las pequeas cosas sino que aspiren al Cielo y a la santidad. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración. Que la oración sea para ustedes la vida. Queridos hijos, consagren su tiempo sólo a Jesús y El les dará todo lo que ustedes buscan. El Se manifestará a ustedes en toda Su plenitud. Queridos hijos, Satanás es fuerte y acecha a cada uno de ustedes para ponerlos a prueba. Oren! Así no podrá hacerles dao ni obstaculizarlos en el camino de la santidad. Queridos hijos, a través de la oración, crezcan día a día en la intimidad con Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy los invito a cada uno de ustedes a decidirse de nuevo y a abandonarse totalmente a Mí. Sólo así, podré también presentarlos a cada uno de ustedes a Dios. Queridos hijos, ustedes saben que Yo los amo inmensamente y que los quiero a cada uno de ustedes para Mí. Pero Dios les ha dado a todos la libertad, que YO respeto con amor y ante la cual me someto con humildad. Yo deseo que ustedes, queridos hijos, colaboren a que se realice todo lo que Dios ha planeado para esta parroquia. Si ustedes no oran, no serán capaces de descubrir mi amor y los planes que Dios tiene para esta parroquia y para cada uno de ustedes. Oren, para que Satanás no los atraiga con su orgullo y su falso poder. Yo estoy con ustedes y deseo que me crean que Yo los amo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Alégrense Conmigo: mi Corazón se regocija a causa de Jesús, a Quien quiero regalarles en este día. Yo deseo que cada uno de ustedes abra su corazón a Jesús, Yo se los doy con amor. Deseo, queridos hijos, que Dios los transforme, los instruya y los proteja. Hoy oro por cada uno de ustedes de manera especial y los presento ante el Seor, para que El Se revele a ustedes. Los invito a la verdadera oración del corazón, a fin de que su oración sea un encuentro con el Seor. Concedan al Seor el primer lugar en sus vidas cotidianas. Hoy los invito con gran seriedad a obedecerme y a hacer todo lo que Yo les digo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy los invito a la conversión total, que es difícil para todos aquellos que no han escogido a Dios. Los invito, queridos hijos, a convertirse totalmente a Dios. Dios puede darles todo lo que ustedes buscan; pero ustedes acuden a Dios sólo cuando vienen las enfermedades, los problemas, las dificultades y piensan que Dios está lejos de ustedes y que no los escucha y no atiende sus oraciones. No, queridos hijos, eso no es verdad! Si ustedes están lejos de Dios, no pueden recibir gracias porque no las piden con una fe firme. Cada día, Yo oro por ustedes y deseo acercarlos siempre más a Dios. Pero no podré hacerlo, si ustedes no lo desean. Por tanto, queridos hijos, pongan sus vidas en manos de Dios. Yo los bendigo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Dios quiere hacerlos santos y por eso los invita a través mío al abandono total. Que la Santa Misa sea para ustedes la vida. Dénse cuenta, que la Iglesia es la Casa de Dios, el lugar donde Yo los reúno y deseo mostrarles el camino que conduce a Dios. Vengan y oren! No miren a los demás y no murmuren de ellos. Que sus vidas sean más bien un testimonio en el camino de la santidad. Las iglesias son sagradas y merecen respeto, porque Dios -que Se hizo hombre- vive en ellas día y noche. Por tanto, hijitos, crean y oren para que el Padre les acreciente su fe y después pidan lo que necesiten. Yo estoy con ustedes y me regocijo por su conversión y los protejo con mi manto materno. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito al amor que es leal y agradable a Dios. Hijos míos, el amor lo acepta todo, aún lo que es duro y amargo por amor a Jesús que es Amor. Por tanto, queridos hijos, oren a Dios para que El venga en su auxilio, pero no según sus deseos sino según Su amor. Entréguense a Dios para que El pueda curarlos y consolarlos y pueda perdonarles todo aquello en ustedes que es un impedimento en el camino del amor. Así, Dios podrá modelar sus vidas y ustedes crecerán en el camino del amor. Glorifiquen a Dios, mis queridos hijos, con el Himno a la Caridad para que el amor de Dios pueda crecer en ustedes día a día hasta su total plenitud. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito al abandono total a Dios. Todo lo que ustedes hagan y todo lo que posean entréguenselo a Dios para que El pueda reinar en sus vidas como el Seor de todo lo que tienen. Sólo así, el Seor podrá guiarlos a través de Mí hacia las profundidades de la vida espiritual. Hijitos, no teman, porque Yo estoy con ustedes, también cuando piensan que no hay salida y que Satanás reina. Yo les traigo la paz. Yo soy su Madre y Reina de la Paz. Los bendigo con la bendición del gozo, para que Dios sea todo en la vida para ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos a regocijarse continuamente por la vida que Dios les concede. Mis queridos hijos, regocíjense en Dios el Creador, porque El los ha creado de manera tan maravillosa. Oren para que sus vidas estén llenas de una gozosa acción de gracias que brote desde su corazón, como un río de alegría. Mis queridos hijos, den incesantemente gracias a Dios por todo lo que poseen, por cada pequeo don que Dios les ha concedido. De esa forma, la bendición gozosa de Dios descenderá siempre sobre sus vidas. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy los invito al camino de la santidad. Oren para que puedan comprender la belleza de este camino en el que Dios se manifiesta a ustedes de manera especial. Oren, para que puedan estar abiertos a todo lo que Dios desea hacer a través de ustedes y para que puedan agradecer a Dios en sus vidas y regocijarse por todo lo que El hace por medio de cada uno de ustedes. Yo les doy mi bendición. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a entregarse completamente a Dios. Que todo lo que ustedes posean esté en manos de Dios, porque sólo así tendrán gozo en sus corazones. Queridos hijitos, regocíjense en todo lo que posean y den gracias a Dios porque todos es regalo de Dios para ustedes. De esta forma, en sus vidas, ustedes podrán dar gracias por todo y descubrir a Dios en todo, incluso en la flor más pequea. Ustedes experimentarán un gran gozo. Ustedes experimentarán a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a abrirse a Dios. Observen, hijitos, cómo la naturaleza se abre y da vida y frutos, de la misma manera Yo los invito a ustedes también a la vida con Dios y a entregarse completamente a El. Queridos hijos, Yo estoy con ustedes y quiero llevarlos incesantemente al gozo de la vida. Yo deseo que cadauno de ustedes descubra el gozo y el amor que sólo se encuentran en Dios y que sólo Dios puede dar. Dios no desea nada de ustedes sino su entrega. Por eso, queridos hijos, decídanse seriamente por Dios porque todo lo demás pasa! Sólo Dios no pasa. Oren para que descubran la grandeza y el gozo de la vida que Dios les concede. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito a dar gracias a Dios por todos los dones que ustedes han descubierto en el curso de sus vidas e incluso por el don más pequeo que hayan percibido. Yo doy gracias con ustedes y deseo que todos ustedes experimenten el gozo de estos dones y deseo que Dios lo sea todo para cada uno de ustedes. Y entonces, queridos hijos, ustedes podrán crecer continuamente en el camino de la santidad. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Yo estoy con ustedes, también cuando ustedes no estén conscientes de ello. Yo quisiera protegerlos de todo aquello que Satanás les ofrece y con lo cual quiere destruirlos. Como llevé a Jesús en mi seno, así quisiera llevarlos también a ustedes, mis queridos hijos, hacia la santidad. Dios quiere salvarlos y les envía mensajes por medio de personas, por medio de la naturaleza y de muchas cosas que sólo pueden ayudarlos a comprender, que ustedes deben cambiar el rumbo de sus vidas. Por eso, mis queridos hijos, comprendan también la grandeza del don que Dios les da a través de Mí, a fin de que Yo pueda protegerlos con mi manto y conducirlos al gozo de la vida. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy quisiera invitarlos a tomar con seriedad los mensajes que Yo les doy y a realizarlos en sus vidas. Ustedes saben, mis queridos hijos, que Yo estoy con ustedes y que Yo quisiera conducirlos a todos por ese mimo camino al Cielo, que es hermoso para aquellos que lo descubren en la oración. Por eso, mis queridos hijos, no olviden que ustedes deben hacer realidad en sus vidas estos mensajes que Yo les doy para que entonces puedan decir: 'Yo he aceptado los mensajes y trato de vivirlos.' Queridos hijos, con mis oraciones maternales al Padre Celestial, Yo los protejo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito a hacer obras de misericordia con amor y por amor a Mí y a sus hermanos y hermanas que también son mis hijos. Queridos hijos, todo lo que hagan por los demás háganlo con gran gozo y humildad ante Dios. Yo estoy con ustedes y día a día ofrezco sus sacrificios y oraciones a Dios por la salvación del mundo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy, como nunca antes, Yo los invito a la oración. Su oración debe ser una oración por la paz. Satanás es fuerte y desea no solamente destruir la vida humana, sino también la naturaleza y el planeta que ustedes habitan. Por eso, queridos hijos, oren, para que por medio de la oración ustedes sean protegidos con la bendición de la paz de Dios. Dios me envió a ustedes para que Yo los ayude. Si lo desean, tomen el Rosario. El Rosario por sí solo puede hacer milagros en el mundo y en sus vidas. Yo los bendigo y me quedaré con ustedes tanto tiempo como sea la Voluntad de Dios. Gracias porque ustedes no van a traicionar mi presencia aquí. Yo les doy gracias también porque su respuesta es la de servir a Dios y a la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy también los invito a que su oración sea una oración con el corazón. Que cada uno de ustedes encuentre el tiempo para hacer oración, de tal manera que en su oración, ustedes descubran a Dios. Yo no deseo que ustedes hablen de oración, sino que hagan oración. Que cada uno de sus días esté lleno de una oración de gratitud a Dios por la vida y por todo lo que ustedes tienen. Yo no deseo que sus vidas transcurran en palabras, sino que glorifiquen a Dios con obras. Yo estoy con ustedes y estoy agradecida con Dios por cada momento que he pasado con ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos ustedes que han escuchado mi mensaje de paz a realizarlo con seriedad y con amor en sus vidas. Hay muchos que piensan, que están haciendo mucho al hablar de los mensajes pero que no los viven. Queridos hijos, Yo los invito a la vida y a cambiar todo lo negativo que hay en ustedes, de tal manera que se transforme en positivo y en vida. Queridos hijos, Yo estoy con ustedes y deseo ayudarlos a todos ustedes en sus vidas para que al vivirlas, ustedes den testimonio de la Buena Nueva. Yo estoy aquí, queridos hijos, para ayudarlos y para conducirlos al Cielo y en el Cielo está el gozo, con el cual, ya desde ahora, ustedes pueden vivir el Cielo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy, en este grandioso día que ustedes me han regalado, Yo deseo bendecirlos a todos y decirles: 'Estos días, mientras Yo estoy con ustedes, son días de gracia. Yo deseo instruirlos y ayudarlos a caminar en el camino de la santidad. Hay muchas personas que no desean entender mis mensajes y aceptar con seriedad lo que Yo estoy diciendo. Pero ustedes... Yo por eso los llamo y les pido que con sus vidas y con su diario vivir den testimonio de mi presencia. Si ustedes oran, Dios los ayudará a descubrir la verdadera razón de mi venida. Por eso, hijitos, oren y lean las Sagradas Escrituras, de tal manera que, por medio de mi venida, ustedes descubran en las Sagradas Escrituras el mensaje para ustedes.' Gracias por haber respondido a mi llamado!
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